Impacto

Sociocultural: A través de la propuesta del CCC, la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Chimbote busca ampliar su participación más allá de la elite de la sociedad llegando al ciudadano común. Es un modelo de inclusión social y de género. Participan niños, niñas y jóvenes de diferentes estratos sociales de la comunidad.

Identidad colectiva: Alumnos y profesores trabajan juntos construyendo un sentido del “nosotros” en contraposición con la visión tradicional e individualizada de la enseñanza musical. Así, los jóvenes y niños han desarrollado valores como solidaridad, amistad, compromiso y liderazgo

Desarrollo personal: El pertenecer a la orquesta ha agregado prestigio social a sus miembros, lo que contribuye a elevar su autoestima.

Mejoras académicas: La enseñanza de la música implica la exposición a diversos estímulos que han permitido mejorar la atención y concentración de los integrantes. Se ha evidenciado el aumento del rendimiento escolar. El 55% de los integrantes se encuentran en el tercio superior en sus instituciones educativas.

Desarrollo afectivo: Se ha observado el fortalecimiento del desarrollo personal y afectivo. Mejorando y estrechando los vínculos familiares. Se ha desechado prácticas de violencia familiar.

Participación familiar: La familia está vinculada al desarrollo y disfrute de prácticas culturales, en la medida en que los padres asisten a los conciertos y a las clases, se van habituando con la música orquestal, llegando a conocerla, a disfrutarla y hasta promoverla.

Buen uso del tiempo libre: De esta manera se previene la incursión de los niños y jóvenes en el consumo de drogas, la violencia, la vagancia y el alcoholismo.

Oportunidad laboral: Los jóvenes que deseen hacer carrera musical, pueden formarse al nivel técnico requerido para pertenecer a una orquesta profesional.

Acercamiento de la cultura a la comunidad: La Orquesta es de participación voluntaria y cuentan con una alta valoración de parte de alumnos, padres y de la comunidad.